Caso

Un hospital Belga ampliará sus instalaciones un 40 % sin aumentar el consumo energético

El hospital crecerá un 40 %, pero el consumo energético no debe aumentar. Estas bombas de alta eficiencia nos están ayudando a alcanzar nuestro objetivo.
Jimmy Van Moer, Director de ingeniería energética, hospital universitario de Bruselas

En 2012, el hospital universitario de Bruselas (UZ Brussel) elaboró un plan para convertirse en uno de los centros sanitarios más sostenibles de Bélgica.

El hospital iba a ampliarse un 40 % a lo largo del siguiente decenio, pero sin aumentar el consumo energético.

“Elaboramos un nuevo plan de políticas energéticas y nos comprometimos a que en 2022, cuando finalice la ampliación, no consumiremos más energía que en 2012”, explica Jimmy Van Moer, director de ingeniería energética de UZ Brussel. “Debemos ahorrar energía. Y dinero. El ahorro energético es una forma de cuadrar las cuentas del hospital”.

Durante la revisión del sistema de calefacción existente en el hospital, el equipo de Van Moer detectó varias bombas obsoletas. Dirk Raes, consultor energético de Grundfos, realizó una comprobación energética de todas las bombas y los sistemas de bombeo del hospital. Raes presentó un plan de sustitución para 217 bombas, en el que se desglosaban el potencial de ahorro energético y el retorno de la inversión en las nuevas bombas.

La estimación del plan es que se podían ahorrar más de 643.000 kWh al año si el hospital llevaba a cabo las sustituciones propuestas. Esto equivale a unos 65.000 € y 140 t de CO2 al año.

“Estas cifras justifican claramente la ejecución del proyecto”, afirma Jimmy Van Moer. “Recuperaremos toda la inversión hecha en las bombas en un plazo de cuatro años. Algunas de las bombas consumen hasta un 80 % menos que sus predecesoras”.

El equipo de Van Moer instaló las 217 bombas y otras 100 bombas Grundfos más en la nueva planta de cogeneración y en la sala de calderas.

La previsión es que el hospital universitario de Bruselas reduzca el consumo energético y ahorre unos 65.000 € al año gracias a la sustitución de más de 200 bombas obsoletas por modelos más modernos. “Recuperaremos la inversión hecha en las bombas en un plazo de cuatro años”, concluye Jimmy Van Moer, director de ingeniería energética del hospital. “Algunas de las bombas consumen hasta un 80 % menos que sus predecesoras”.

Tiene que funcionar

“La principal razón por la que elegimos a Grundfos fue por los servicios que presta”, explica Jimmy Van Moer. “Somos un hospital, y tenemos que atender a los pacientes de forma continua. No podemos poner en riesgo su seguridad. Es importante resolver las averías con rapidez. Y sabemos que siempre podemos contar con Dirk, nuestro contacto en Grundfos, para encontrar una solución. Esto es algo muy importante para un hospital”.

Van Moer añade que la sustitución de las bombas aportó otras ventajas; por ejemplo, para el sistema de gestión del edificio.

“El control y el mantenimiento son mucho más eficientes que antes”, apunta. “Todas las bombas están conectadas al sistema, de forma que podemos controlar y monitorizar un conjunto de más de 250 bombas”.

En general, las nuevas bombas han ayudado al hospital a dar el primer paso hacia el cumplimiento del objetivo fijado para el año 2022.

“Como hospital universitario, es importante que contribuyamos a la sostenibilidad”, comenta Van Moer. “Debemos ser un ejemplo de cómo gestionar un edificio de forma sostenible. E, indudablemente, las bombas forman parte de ello”.

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