Conociendo nuestra agua subterránea ¿Estará siempre ahí?

La sobreexplotación de nuestras fuentes de agua subterránea es un gran problema, ya que gran parte se utiliza para el riego y se evapora de nuevo. El cambio climático también afecta a la disponibilidad de agua subterránea. Escucha al profesor Anders Vest Christiansen hablar sobre las amenazas a las que se enfrentan las reservas de agua subterránea.

El agua subterránea es un recurso muy útil.  Si se gestiona de forma adecuada, proporciona agua limpia y sostenible.  

Si no tenemos cuidado, podríamos agotar o devastar el recurso de agua subterránea.  Esto podría tener graves consecuencias.  

Las precipitaciones que penetran las capas del suelo recargan el agua subterránea.  

La recarga depende de numerosos factores,  pero la cantidad y la duración de las precipitaciones son los principales.  

De este modo, durante las estaciones húmedas,  el acuífero se recarga y el nivel freático sube.  

De igual forma, en estaciones secas, el nivel freático baja.  El bombeo de agua influirá en este equilibrio, pero en grandes partes  del mundo hay mucho espacio para captar agua subterránea de forma sostenible.  

La ecuación es sencilla: si se capta más agua de la que ofrece la recarga,  el nivel del agua subterránea desciende y el acuífero se agota.  

El agotamiento continuado acabará secando cualquier acuífero.  El agua subterránea se usa para 2 fines principales: el agua potable y el riego.  

En muchos países, el riego es el mayor componente con diferencia.  La alternativa a esta es el agua superficial de ríos, lagos y presas.  

Esta viene sin el efecto de limpieza de la precipitación,  filtrándose por las capas del suelo.  

En algunas regiones secas, el agua subterránea lleva años agotándose,  lo que ha hecho que el nivel freático descienda de forma significativa.  

La consecuencia no es solo que tengamos que extraer el agua a mayor profundidad,  sino que también se hunda la tierra debido a la disminución de la presión de apoyo  del agua acumulada entre los granos.  

La solución al agotamiento del agua subterránea puede darse de muchas formas.  

La más sencilla es extraer menos agua.  A menudo, hay otras soluciones, como repartir la carga en un acuífero  instalando más pozos distribuidos en un área más grande.  

El otro parámetro que se puede manipular es la recarga.  En el entorno natural, la recarga procede de las precipitaciones.  

Pero las precipitaciones pueden ser muy irregulares a lo largo de un año,  con las estaciones secas y húmedas.  

En las estaciones húmedas, gran parte del exceso de lluvia sale de la superficie  a través de ríos y de vuelta al océano.  

Hace poco, se han hecho varios experimentos donde el exceso  de agua de las estaciones húmedas se almacenaba en cuencas y estanques  y se le permitía reinfiltrarse en el acuífero y recargarlo.  

El agua se almacena en las estaciones húmedas y se reutiliza en las secas.  

El agua subterránea está ahí. Se recarga constantemente con las precipitaciones.  

Si retiramos menos agua que la recarga,  el agua subterránea es un recurso seguro y sostenible  para el riego y el agua potable.

Visión general del curso

Módulos
Módulos: 5
Duración
Duración: 25 minutos
Dificultad
Dificultad: Básico